Análisis de la Resolución 15/2025 de la Secretaría de Energía
DESREGULACIÓN EN GARRAFAS Y EL IMPACTO EN LOS SECTORES POPULARES

La Secretaría de Energía de la Nación anunció una desregulación del abastecimiento y distribución del gas licuado de petróleo (GLP) envasado en garrafas. Lo hizo a través de la Resolución 15/2025 el viernes 24 de enero, en la que se eliminan los precios máximos permitidos para garrafas de 10, 12 y 15 kg. En su lugar se establecen “precios de referencia” que no son vinculantes para las empresas. Según el texto de la Resolución, se busca que “las reglas de oferta y demanda determinen los precios y la distribución de los recursos”.
El Decreto Nacional 470 del año 2015 dio origen al Programa HOGAR, que fue diseñado para subsidiar la compra de garrafas a familias que no cuentan con acceso a gas por red. Antes de la medida de desregulación, la Secretaría de Energía determinaba precios máximos de garrafas para la compra, buscando controlar aumentos excesivos por parte de productores, fraccionadores y distribuidores, a la vez que entregaba el subsidio a los beneficiarios del Programa Hogar vía ANSES con un monto definido por el gobierno nacional.
En la resolución 11/2024 de febrero de 2024 se había establecido un monto de subsidio para el programa Hogares con garrafas (programa HOGAR) con un valor promedio de $1778 por garrafa de 10 kg. Este valor se mantuvo fijo durante todo el 2024, mientras que el valor de referencia de la garrafa pasó de $1378 en febrero, a $8500 en agosto, y a $10.500 en diciembre de 2024, de acuerdo con la Resolución 394/2024. Por otra parte, desde el cambio de gobierno a fines de 2023 hubo retrasos de varios meses en el pago del subsidio.
En la industria anticiparon que la decisión podrá implicar futuros aumentos para los usuarios de este combustible, tendiendo posibles efectos de suba en la inflación. Así, el precio de la garrafa pasaría a ser uno de los más caros de la región, con un valor promedio de alrededor de $15.000, cuando en el resto de los países del continente oscila entre los $8.000 y $10.000, de acuerdo a lo publicado en el diario Perfil. Asimismo, en varias provincias del país el precio pagado fue superior, llegando a pagarse $14.000 en la provincia de Salta a mediados de 2024.
En un contexto de pérdida de poder adquisitivo de los sectores que mayoritariamente consumen gas envasado en garrafas, el incremento impactará en el consumo. En este punto, en 2024 el consumo de gas en garrafas bajó alrededor de un 3%. De tal manera, esta medida incumple el Plan de Gobierno presentado por Milei en su etapa de campaña en el que prometió: “Implementar esquemas tarifarios realistas que no afecten directamente el bolsillo de los argentinos”.
La desregulación afecta especialmente a los hogares de bajos recursos, que no tienen acceso a gas natural por redes y dependen del GLP. Para ellos, el gas en garrafa es un elemento esencial, y un aumento en su precio supone un golpe directo al bolsillo. Las personas más afectadas son todas aquellas que no tienen gas natural en sus domicilios, en Argentina representa 51% de la población total del país.
En el área metropolitana de Buenos Aires, una familia de dos adultos y dos menores consume, en promedio, dos garrafas al mes lo que significa un presupuesto de aproximadamente $30.000 teniendo en cuenta los valores estimados tras la medida. En invierno, este número aumenta a tres o cuatro, sumando un total de hasta $60.000 mensuales.
Según el Observatorio de Barrios Populares de la Subsecretaría de Integración Socio Urbana de la Nación, sólo el 1,79% de los hogares en barrios populares dispone de conexión eléctrica o a gas para poder cocinar, por lo que prácticamente la totalidad de las familias utilizan gas envasado o leña para cocinar (98,21%). De esta forma, esta política de desregulación y ajuste se aplica mayoritariamente sobre más de un millón de familias que viven en los 6.467 barrios registrados en el RENABAP.