Fragmento de la nota de análisis en Perfil | Por Itai Hagman, presidente de la Fundación DHI

¿QUÉ FESTEJAN?

El Gobierno finalmente obtuvo un nuevo endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y anunció una flexibilización del cepo para personas físicas. Contrario a lo que afirman, el nuevo programa expresa más una debilidad que una virtud del gobierno ¿Qué puede salir mal?

 

Primero fue la dolarización, alcanzable con supuesto financiamiento que el actual presidente (cuando todavía era candidato) ya tenía apalabrado y bromeaba con mostrar los chats de Whatsapp que lo confirmaban. La segunda etapa consistió en asegurar que la inflación convergería al crawling peg (1%), así como los dólares financieros convergerían al oficial, hasta erradicar por completo el “componente autónomo” de la inflación, neteado del aumento de precios internacionales. Lo que el Gobierno llama el comienzo de la fase 3, es en realidad una búsqueda por esconder los fracasos de las frases anteriores: “Todo marcha acorde al plan”. Pero el programa está lejos de solucionar los problemas estructurales que enfrenta la economía argentina y en particular los referidos a su economía bimonetaria.

 

A pesar de todo, el Gobierno salió a anunciar con bombos y platillos un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Faltaba que dijeran “Qué lindo es dar buenas noticias”. Aseguran que “esta vez sí es diferente”, porque ya se hizo toda la tarea que suele pedir el organismo a la hora de apoyar a los países. Basta con mirar la página oficial del FMI para darse cuenta que se trata de una mentira lisa y llana. “Los Acuerdos de Facilidades Extendidas del FMI proporcionan asistencia financiera a los países que afrontan graves problemas de balanza de pagos”. Si todo marcha acorde al plan, ¿era parte de la estrategia llevarnos a la puerta de una nueva crisis de balanza de pagos, con una inflación creciente y con un Banco Central que lleva perdidos 5.000 millones de dólares desde que comenzó el año?

 

El rebote inflacionario continuará en abril y mayo dada la suba del tipo de cambio oficial, lo que sin dudas generará un mayor deterioro de los ingresos reales y su correspondiente aumento de la pobreza. Como consecuencia, la actividad económica caerá nuevamente, lo que podría agravarse aún más si el gobierno aplica el ajuste fiscal con el que amenazó. La liberación (parcial) del cepo en estas condiciones, solo propiciará un nuevo ciclo de formación de activos externos (fuga de capitales) financiado con deuda pública. No sabemos cuánto durará, pero eso nunca terminó bien. Yo me pregunto, ¿qué festejan?

 

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